Cómo construir un crédito desde cero

En el mundo de las finanzas personales, es común escuchar los términos “calificación crediticia” e “historial crediticio”. Pero, ¿por qué todo el mundo está tan preocupado por crear un crédito? Y, lo más importante, ¿qué ayuda a construir la calificación crediticia?

Hoy te explicaremos las mejores formas de crear un crédito y por qué es esencial.

¿Por qué es importante crear un buen crédito?

La creación de un crédito tiene que ver con la reputación. Hay muchas situaciones en la vida en las que tenemos que sabernos vender. Por ejemplo, cuando tengas una entrevista de trabajo o conozcas a tus futuros suegros por primera vez. Cuando la otra parte no sabe mucho sobre ti, quieres dar lo mejor de ti para que confíen en ti. Lo mismo sucede cuando pedimos un préstamo. La calificación crediticia funciona de la misma manera.

Tal vez quieras comprar una casa y necesites una hipoteca, o tal vez quieras un préstamo para abrir un negocio. Sea cual sea el motivo, el banco o el inversor necesitarán alguna prueba de que pueden confiar en que devolverás el dinero que te están prestando. En otras palabras, tu calificación crediticia es como un currículum financiero.

Estos son algunos casos en los que tener una buena calificación crediticia resulta útil:

• Hipotecas
• Préstamos para autos
• Préstamos para actividades empresariales
• Flexibilidad en el pago de los servicios públicos
• Crédito de emergencia

Cómo crear un buen historial crediticio desde cero

Ya lo entendemos. Tener una buena calificación crediticia es vital. Pero, ¿cómo se determina la calificación crediticia? ¿Y cómo se consigue una? Como todo en las finanzas personales: se trata de empezar poco a poco.

Si ya tienes una cuenta bancaria o una tarjeta de débito, estás en una buena posición para comenzar tu viaje a través del crédito. Todo lo que necesitas es solicitar una tarjeta de crédito o un pequeño préstamo en tu banco. Sin embargo, antes de hacerlo, ten en cuenta que todo lo que pidas prestado tiene que ser devuelto.

No se trata de utilizar el crédito para gastar más dinero del que se gana. Se trata de utilizar el crédito para demostrar que puedes cumplir tu promesa de devolver el dinero.

También puedes crear un crédito pagando las facturas. Aquí tienes el paso a paso:

1. Consigue una línea o tarjeta de crédito de tu banco
2. Asigna a tu cuenta de crédito pagos automáticos como facturas de servicios públicos o seguros
3. Una vez que te hayan cobrado, paga tu tarjeta de crédito con el mismo dinero que utilizarías para pagar esas facturas

Si acabas de abrir una cuenta bancaria o has tenido problemas con el crédito o los préstamos en el pasado, todavía hay muchas opciones disponibles.

• Tarjeta de crédito asegurada: Los bancos quieren tener el mayor número posible de clientes, pero necesitan una garantía de que serás uno bueno. Una tarjeta de crédito garantizada te permite crear una puntuación de crédito al mismo tiempo que protege al banco. ¿Cómo? A través de un pago inicial. De la misma manera que los propietarios piden una garantía para su alquiler en caso de que no se pague o se rompa algo, el banco pedirá una garantía.
• Tarjetas de la tienda: Muchas tiendas minoristas ofrecen tarjetas de crédito que se pueden utilizar para hacer compras en sus tiendas y ayudar a hacer un crédito en el proceso. Suelen venir con ventajas como descuentos o la posibilidad de pagar a plazos. Solo tienes que asegurarte de que te informan de tu calificación crediticia (algunos pueden no hacerlo).
• Préstamos compartidos: si necesitas tanto un préstamo pequeño como mejorar tu calificación crediticia, puedes pedir a uno de tus padres o a tu cónyuge que firme conjuntamente un préstamo. El único requisito es que tu codeudor tenga una buena calificación crediticia propia, pero ten en cuenta que él será el responsable del préstamo. Este tipo de acuerdo no debe tomarse a la ligera, pero es una buena opción para los padres o cónyuges que quieran ayudar a sus seres queridos.

Cómo mejorar la calificación crediticia y mantenerla

Empezar es importante, pero también lo es mantener el buen hábito. Una vez que aprendes a hacerlo, mejorar tu calificación crediticia es fácil. Lo único que tienes que hacer es seguir la regla de oro: no pidas un préstamo más allá de lo que puedas pagar.

Esta regla es esencial cuando se trata de compromisos mayores, como una hipoteca. No te olvides de investigar cómo afecta tu calificación crediticia al tipo de interés de tu hipoteca: cuando compres una casa, asegúrate de que los gastos de la hipoteca no superen tu presupuesto de vivienda.

¿Y qué hay de la calificación crediticia para un auto? Si piensas pedir un préstamo para el auto, calcula qué porcentaje de tus ingresos mensuales se destinará a pagarlo. No pierdas de vista tu presupuesto solo porque se trata de un préstamo menor (¡no te confíes!).

Por último, continúa pagando puntualmente tus facturas periódicas, tanto si están vinculadas a tu tarjeta de crédito como a tu tarjeta de débito.

¡Siguiendo estos sencillos pasos, estarás en camino de conseguir un historial crediticio perfecto!